Siguiendo con la temática de los Millennials que tratábamos en el último post, los límites,el compromiso y la capacidad de sacrificio se me ha planteado la duda, y puesto las fechas que son, ¿cómo afronta esta generación un reto tan importante como a qué dedicar su vida?

veranoY es que ahora podemos hacer de nuestros mayores gustos y placeres nuestra forma de vida.Este es un modelo nuevo. Seguro que todos habéis oído o leído la palabra emprendedores. Se anima mucho a los jóvenes a que lo sean incluso de alguna manera se les impone. Estos dos factores juntos tienen, como todo, sus ventajas y sus inconvenientes.                                                        Por un lado, puedo trabajar dedicarme a lo que me gusta, desde cualquier lugar del mundo siempre y cuando pueda tener acceso a internet. Pero claro, al no limitarse el tiempo de trabajo a la estancia en un lugar completo, es posible no parar de trabajar nunca.

Además, hoy en día, te dediques a lo que te dediques, tu arma más poderosa son las redes sociales, y en eso sí que tenemos claro, que los límites no existen. Los youtubers, bloggers y demás influencers lo saben bien. Pero no solo es que puedes publicar en cualquier sitio a cualquier hora, sino que tienes que generar un contenido, crear, imaginar, inventar, innovar.

Cualquier persona que emprenda no tiene que ser conocedor únicamente de aquello de lo que trate su empleo, sino también de economía, legislación… y ahora también, ser un poco Community manager.

Entonces ¿NO TRABAJAN O NO PARAN DE TRABAJAR?

palmeraGenerar este tipo de contenidos implica estar siempre despierto, siempre alerta, siempre actualizado, y estar abierto a que cualquier momento o lugar puede ser el adecuado para compartir y actualizar tu negocio.

También están mucho más expuestos y pierden su intimidad, lo que en una profesión como la nuestra concretamente, es delicado.

 

Como ya hemos dicho, vivimos en la sociedad de la inmediatez, y ello implica que las opiniones de miles de personas pueden llegarnos en cuestión de segundos. Para otros, la no llegada de esas opiniones es más dañina todavía.

Si a ello sumamos que la identidad de algunos se basa en su faceta laboral, imagínense lo que puede suponer para ellos.

El horario flexible y el trabajar desde casa son armas de doble filo. Uno puede no acabar nunca, y acabar desarrollando un sentimiento de culpa por parar un minuto.

Además al estar en casa se pierde uno de los círculos sociales más importantes en la vida de las personas, los compañeros de trabajo. Uno puede sentirse muy solo al no relacionarse con nadie hasta que, si empieza a crecer, puede contratar a alguien más, cosa que también es muy complicado sin un lugar físico donde trabajar. Tomar algunas decisiones o consultar dudas puede convertirse en una fuente de estrés insoportable.

A pesar de ello ¿SON LA GENERACIÓN DE LOS NI-NI?

Es obvio que no se puede generalizar, y en este caso tampoco. Estamos entre dos aguas, aquellos que siguen esperando a que la vida decida por ellos y los que se están despertando desde edades muy tempranas.

Que hagan lo que les gusta y no empiecen desde lo más bajo, contrariamente a las generaciones anteriores, no implica que no trabajen duro, que no se esfuercen, que no tengan una disciplina. Nos enfrentamos, en mi opinión, a una nueva tipología de estrés laboral y burnout (síndrome de quemarse por el trabajo), en el que depende del individuo, puesto que no hay unos límites físicos y temporales más que la falta de datos o de wifi, que pongan freno al tiempo de trabajo.

Seguro que algunas cosas de las que he dicho pueden haber hecho pensar al lector “pues como siempre”. Todos nos hemos llevado trabajo a casa, todos nos hemos estresado, hemos dudado y hemos tenido ganas de abandonar. Por supuesto que sí, pero con los matices comentados. Se generan puestos de empleos que antes no existían, son nuevos, y como todo benjamín, tienen cosas que pulir, fallos, inconvenientes, que posiblemente desde fuera no vemos.
Vemos que se viaja mucho, pero no vemos la pérdida de intimidad; vemos que se les regalan viajes, pero no que no pueden estar el tiempo que les gustaría estar en su hogar, los que aún conserven un sentimiento de pertenencia. Y esto es aplicable a muchas profesiones.wifi

Las generaciones venideras se enfrentan al todo y al mismo tiempo a la nada, no dependen solo de que alguien les contrate, siempre ha habido posibilidad de emprender, pero esa posibilidad está cada vez más
presente, cada vez más demandada y genera nuevos sentimientos de los que hacerse cambio. Todo cambio requiere una adaptación, de la que la negación no forma parte.