Como psicoterapeutas, es muy frecuente que nuestros pacientes tengan pareja, y en muchas ocasiones sea uno de los temas centrales. El tema de pareja ya de por si es complicado, y da al individuo bastantes quebraderos de cabeza, pero esto se complica más cuando la problemática, o es la sexualidad, o afecta a la sexualidad (cosa que adelanto que es el pez que se muerde la cola, “los problemas de pareja provocan problemas en la sexualidad” y “los problemas de sexualidad provocan problemas en la pareja”). Es por esto por lo que cobra importancia tener herramientas, para paliar o arreglar algo que ya de por si es complicado, como es la relación de pareja.

La sexualidad no sólo es un problema para las personas en pareja, también lo puede ser para uno mismo, con la inseguridad o autoimagen que uno se crea a raíz de no estar conforme al 100% con su sexualidad individual. Así como en problemáticas con el propio cuerpo y su identidad de sexo y género.

 

 

¿Qué es la Sexología?

La sexología se encarga del estudio de la salud sexual y reproductiva humana, todo bienestar, físico, psicológico y sociocultural, relacionado con la sexualidad.

Según la OMS la salud sexual sería “La aptitud para disfrutar de la actividad sexual y reproductiva, amoldándose a criterios de ética social y personal. La ausencia de temores, de sentimientos de vergüenza, culpabilidad, de creencias infundadas y de otros factores psicológicos que inhiban la reactividad sexual o perturben las relaciones sexuales. Y la ausencia de trastornos orgánicos, de enfermedades y deficiencias que entorpezcan la actividad sexual y reproductiva”

La sexualidad en sí integra el sexo, el género, la identidad de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva, el amor y la reproducción.

También ayuda al conocimiento del cuerpo de uno mismo o de la pareja por medio de mecánicas sexuales nuevas e investigación de sexualidades que generen inquietud.

 

¿En qué me puede ayudar a mí?

Depende de la situación personal de cada individuo. No es lo mismo una dinámica de pareja, en la que añadir juegos, instrumentos o herramientas para prevenir caer en una monotonía, o para solucionar una situación puntual debida a un acontecimiento. Que una persona que va sola con una demanda que se refiere sólo a su propia genitalidad.

También es positivo en personas que tengan un debate con la aceptación de su propia identidad de género o sexual, o temas de pura educación sexual.

Pero en definitiva ya sea para solucionar problemas personales, de pareja o simplemente para conocer nuevos límites y romper tabús con tu pareja, servirá una terapia sexual.

 

Advertencia final

En un grado más alto de lo que creemos, se es más inculto sexual de lo que parece, pues no recibimos la educación sexual que deberíamos. Estamos rodeados de falsos mitos que nos hacen sentir más o menos válidos en el campo de la sexualidad, así como presiones según nuestro género, basado en objetivos o “metas” que debemos “cumplir” para satisfacer como buenos “machos o hembras” … Por todo esto, es tan importante y tan válido para todos, acudir a un sexólogo o un terapeuta de pareja en un momento puntual de la vida.