Como he dicho en otras ocasiones, la pareja es la persona con la que tenemos uno de nuestros mayores planes de futuro. Se plantean objetivos compartidos o metas en común, pero no hemos de olvidar que la pareja no somos 2 sino 1+1. Esto implica que cada uno por su lado debe tener planes y metas propias. Es aquí donde es tan importante, la postura de la otra persona respecto a estas.

Interés:

Los proyectos laborales o vitales de nuestra pareja, debemos vivirlos como si fueran nuestros propios sueños. Hemos de prestar atención a cada detalle, a cada peldaño a superar. No hay nada que haga sentir mejor a una persona, que poder compartir sus sueños con el mundo, aún más si es con su pareja.

Actitud positiva:

Hemos de estar a su lado, hacer que su confianza se ponga de pie cuando empiezan a flaquearle las fuerzas. Ser el espejo realista que le recuerda todas las habilidades y características, que no quiere ver, y que son las que le han hecho estar en el buen camino. En la pareja somos un soporte importante para la otra persona, y es por eso que debemos sostener emocionalmente a la pareja, servir de impulso cuando le falte fuerza.

Si tu pareja es la primera que no cree en ti, que no te apoya o sólo te recuerda los peligros de tu decisión sin poner al otro lado todos los beneficios, solo pueden ocurrir dos cosas:

1 Que se deje a esa pareja para poder seguir creciendo. (La más inteligente)

2 Escuchar lo que dice, olvidarte de tus sueños, plegarlos y guardarlos en un cajón, para vivir una vida sencilla y sin “complicaciones” (retos) o sin exponerte a “cambiar” (conseguir metas).

Un estudio de la Universidad de Washington en St. Louis, profundizó y llego a la conclusión de que la personalidad de la pareja, era determinante en la probabilidad de éxito de uno mismo en sus metas.

Aun así somos personas racionales, y es por eso que también, con prudencia, hemos de señalar los peligros que pueda haber, y que pueda estar obviando la otra persona.

 

Sacrificios:

En ocasiones los proyectos individuales chocan (aparentemente) con los proyectos de pareja. Es aquí donde el amor debe jugar su mayor papel. No podemos ser felices sólo con proyectos de pareja, cada uno tenemos nuestros propios deseos y ambiciones, es por eso que hay que empatizar y dejar hacer. Las dificultades que puedan surgir solo serán anécdotas si ambos vais a una como si de los proyectos propios se tratase.

Y si por un casual, los proyectos individuales, llevan a la pareja a separarse de algún modo, y tener que dejar a la larga la relación, siempre se podrá de decir que se buscó hasta el final la felicidad de ambos.

No hay mejor definición del amor que la de buscar la felicidad de tu pareja sea cual sea la consecuencia.

“La pareja debe servir de impulso, nunca de lastre”